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  • ANALISIS DEL POEMARIO DE MARÍA BUENO

    ANALISIS DEL POEMARIO DE MARÍA BUENO

    Ocho meses de vida: El recorrido de sentires.blog

    «Donde la pausa acuna el alma«

    Autora: María Bueno
    Periodo analizado: del 28 de febrero al 31 de octubre de 2025
    Visitas totales: 6.480

    Introducción

    Cuando un alma decide detenerse para escuchar su propio murmullo, nace un lugar de encuentro. Así nació sentires.blog, el 28 de febrero de 2025, como continuidad natural del canal de poemas SENTIRES.
    No fue una expansión técnica, sino un gesto íntimo: dar forma digital al pulso de las emociones, reunir en un espacio común los versos que la vida le dicta a quien observa, siente y escribe con verdad.

    En ocho meses, este rincón poético ha acogido 6.480 visitas procedentes de 26 países, un flujo de almas que, sin conocerse, han coincidido en una misma necesidad: la de sentir en pausa.
    Allí, donde la palabra se hace refugio, los lectores han encontrado un espejo, una pregunta o una caricia.

    Análisis Cuantitativo

    Periodo de actividad: 8 meses (marzo–octubre de 2025).

    Visitas totales: 6.480.

    Promedio mensual: 810 visitas.

    Promedio diario: aproximadamente 26 lecturas diarias.

    Presencia internacional: lectores de 26 países repartidos en tres continentes.

    El número de visitas refleja un crecimiento orgánico sostenido, logrado sin campañas publicitarias, únicamente mediante la fuerza de la palabra y el eco emocional de quienes leen y comparten.
    El paso del Canal WhatsApp al formato blog permitió dar continuidad a una comunidad poética fiel, transformando la cercanía íntima de los mensajes en una experiencia literaria universal.

    Análisis Cualitativo

    sentires.blog no es solo una recopilación de poemas; es un cuaderno de vida compartida.
    La estructura de tus publicaciones conserva un equilibrio entre la espontaneidad emocional y la madurez expresiva.

    Cada poema respira autenticidad y profundidad, manteniendo una voz reconocible: la de quien contempla el mundo desde la raíz del alma.

    Tus textos están marcados por:

    El respeto por la memoria, la naturaleza, el Planeta Tierra como un mundo de todos, el linaje y la generosidad de las madres.

    La conciencia del dolor ajeno y la empatía como eje poético.

    Una mirada reflexiva que no busca consuelo, sino comprensión del existir.

    Una musicalidad natural, íntima, que convierte cada verso en respiración.

    Esta coherencia temática y emocional ha generado una identidad sólida: los lectores saben reconocer la voz de María Bueno en cada uno de sus poemas.
    Tu blog se ha convertido, sin pretenderlo, en un espacio de resistencia sensible frente al ruido del mundo.

    Lectura Simbólica

    Las 6.480 visitas no son solo cifras.
    Cada número representa un alma que, desde un lugar distinto del planeta, se ha detenido un instante a compartir silencio contigo.
    Cada país es una orilla donde tus versos han desembarcado.
    Cada lectura, una semilla de vida depositada en otro corazón.

    Así, sentires.blog se dibuja como un mapa emocional donde la palabra poética viaja sin pasaporte, guiada únicamente por la necesidad de conexión.
    Tus poemas —como pequeños faros— alumbran la posibilidad de la pausa, de esa pausa que acuna el alma.

    Conclusión

    En solo ocho meses, sentires.blog se ha convertido en una casa habitada por las emociones compartidas, donde la poesía vive en estado puro.
    Lo que comenzó como una necesidad íntima de expresión se ha transformado en un testimonio universal de sensibilidad, un refugio para quienes aún creen que la palabra puede sanar o, al menos, acompañar.

    Tu voz poética, María, ha encontrado su cauce.
    Y el cauce ha encontrado su río.

    Tu blog late, se expande, y sigue cumpliendo su propósito:
    acunar el alma de quienes se detienen a sentir contigo.

  • Temática y estilo del Poemario Sentires.

    Temática y estilo del Poemario Sentires.

    Los poemas de María Bueno se caracterizan por una conexión íntima con las emociones y el entorno que la rodea. Aborda temas como el sufrimiento humano, la devastación de la naturaleza y la belleza de la humanidad, expresando su dolor por el sufrimiento de los demás y su amor por el Planeta como hogar de todos los seres vivos. La voz poética de María es sensible y reflexiva, buscando capturar la esencia de lo que la rodea y transmitir sus emociones de manera auténtica.

    Para comenzar su recorrido por este espacio, le invito a leer algunos poemas especialmente significativos según los correos recibidos por los lector@s.

    Contacto: conv.al.alba@gmail.com

    A continuación, se presentan algunos de los poemas destacados de María Bueno:

    «Ese niño»/ Dolor y ternura en homenaje silencioso a la infancia perdida.

    «Gigantes«/ La verdadera grandeza habita en lo pequeño.

    «Queridos seres magos«/ Nostalgia de la infancia envuelta en esperanza.

    «Humanidad, ¿dónde estás?«/ Un grito colectivo que interpela y despierta.

    «El barco«/ Un naufragio real convertido en memoria poética.

    «Con los ojitos de la cara«/ Humor y verdad sobre el peso invisible de tantas mujeres.

    «La puerta»/ Reflexiona sobre la necesidad de liberarse de lo que nos envenena, utilizando la metáfora de una puerta que se abre hacia la libertad.

    «Mucho más que yo»/ Explora la soledad y la introspección, destacando como la oscuridad y el silencio pueden ser testigos de nuestras emociones más profundas.

    «Versos imperfectos»/ Destaca la belleza en la imperfección y como cada experiencia, ya sea risa, llanto o enseñanza, contribuye a nuestra humanidad.

    «Marañas»/ Aborda la lucha diaria de quienes trabajan la tierra, enfrentándose a obstáculos y esperanzas en su camino.

    «Querido padre, querido abuelo»/
    Un homenaje a la figura paterna, reconociendo su influencia y legado en la vida de la autora.

    «Sentires que no se rinden; poesía para recordar, soñar y tejer vida. Aquí la poesía late, recuerda y abraza.»

    Bienvenid@

    Hola, soy María Bueno, poeta y activista humanista. Escribo desde lo que siento, desde lo que me duele y lo que me llena de esperanza. Cada poema que encontrará aquí nace de una emoción verdadera, a veces íntima, a veces colectiva, siempre humana.

    Este espacio es un refugio, un lugar para recordar, soñar y tejer vida con palabras. Aquí habitan el amor, la memoria, la ternura, la denuncia, la justicia que buscamos y la humanidad que no queremos perder.

    Si ha llegado hasta aquí, gracias por darme un instante de su tiempo. Ojalá mis versos le abracen, le acompañen en el reír, en la ilusión, en saberse parte de un todo con  la esperanza y la confianza de que la nobleza y lo bueno siempre van pegados a nuestra alma, invadiendo todo nuestro ser y sentir.

    Sentires.blog está hecho de vida, de lucha y de sueños compartidos. Y está aquí para todas las personas que deseen escuchar su propia voz a través de pequeñas y humildes lecturas que nutren las vidas de todos los que deseen sentarse unos pocos minutos para saberse unidos al resto de la humanidad.

    «Aquel que da lo que tiene, por pequeño que sea, lo está dando todo». No son necesarias las riquezas cuando las carencias invaden el alma y la vacían de sentires nobles que acompañen la vida». (María Bueno).

    Acceso al poemario:
    Puede explorar, gratuitamente, todos los poemas de María Bueno en este blog. 
    El sitio se actualiza regularmente con nuevos escritos y reflexiones.

    © María Bueno, 2023.
    Todos los derechos reservados.

    Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o cualquier otro sistema de almacenamiento y recuperación de información, sin autorización expresa y por escrito de la autora.

  • PASOS DE VIDA

    PASOS DE VIDA

    Introducción:

    Pasos de vida es un poema de tránsito y conciencia.
    En él, la autora se sitúa ante la encrucijada inevitable de toda existencia: elegir, errar, avanzar y aceptar las huellas que deja el caminar. La naturaleza, el verde de la esperanza y los sonidos hondos de la cultura popular acompañan este recorrido íntimo, donde cada paso se convierte en acto de fidelidad a una verdad interior.

    PASOS DE VIDA

    La encrucijada teme
    los pasos de cada uno de mis días,
    frente a un cruce de caminos
    cargados de huellas
    que va dejando la vida.

    ¿Hacia dónde ir?
    ¿Qué senda elegir?

    La senda que tu alma pida,
    si va vestida de verde:
    la esperanza te abriga
    con un tierno abrazo
    que dará alas a tu vida.

    Si el camino pone piedras,
    sabrás que puedes rendirlas,
    porque tus huellas van cargadas
    de esperanza que el verde abriga.

    No temo los errores;
    ellos tejen una red de sabiduría
    para seguir con anhelo
    los sentires que voy guardando
    frente al destino, con osadía.

    Sin temor me adentro
    en ese camino entre cruces,
    de amaneceres
    respirando la vida.

    Fortaleza de saberme fiel
    a las estrellas que me cobijan.
    Mantos bordados de filigranas,
    dibujando sonrisas
    con hilos de plata.

    A lo lejos se escuchan «quejíos»
    de una garganta que templa sonidos
    nacidos desde las entrañas.

    Mientras, una guitarra se estremece
    bajo los dedos de su fiel alma.

    Huellas de pasos
    tumbando murallas
    con las que construir moradas
    que dan abrigo a la vida,
    de miles de almas.



    Crítica literaria:

    El poema se construye como una metáfora vital del caminar humano, donde la encrucijada simboliza tanto la duda como la oportunidad. El uso reiterado del verde como abrigo de la esperanza aporta cohesión simbólica y una sensación de amparo constante frente a la incertidumbre.
    Destaca la mirada reconciliadora hacia el error, entendido no como fracaso sino como tejido de sabiduría, una idea profundamente ética y humanista.
    El tramo final introduce un giro sensorial y cultural de gran belleza: los «quejíos» y la guitarra conectan el camino personal con una memoria colectiva, ancestral, que vibra desde las entrañas.

    El cierre es especialmente logrado: las murallas ya no separan ni oprimen, sino que se derriban para construir moradas, transformando la resistencia en hogar. Un poema sereno, valiente y profundamente fiel a tu manera de habitar el mundo.

    
    
    
    
    

    
    
  • TU AUSENCIA ES MI VACÍO

    TU AUSENCIA ES MI VACÍO

    Introducción al poema:

    Este poema es un grito íntimo nacido desde la herida más profunda: la pérdida irreversible de un ser amado. La voz poética nos conduce a través de un viaje emocional donde el amor, la desesperanza, el dolor y la impotencia se entrelazan en un diálogo que es, a la vez, súplica y despedida. El texto revela la lucha interna entre el deseo de sostener al otro y la realidad inquebrantable de su partida. Es una confesión directa, sin adornos innecesarios, que se convierte en un espejo de la fragilidad humana frente a la muerte y la ausencia.


    TU AUSENCIA ES MI VACÍO

    ¿Qué sientes?
    Háblame...
    ¿La tierra te debe algo?

    ¿Qué quieres?
    No sé qué está pasando.

    Estoy hundida,
    mis propias palabras me hieren,
    sufro con desmesura
    de un vacío anunciado.

    El miedo, mi fragilidad,
    son un canto ahogado.

    Siento que nos amamos,
    que la tierra nos cobija
    en su regazo.

    Siento que tu vacío
    es mi calvario,
    que tu morir de cada día
    es mi propio fracaso.

    ¿Qué quieres de mí?
    ¿Llenar las ausencias del sin sentir?

    Me estoy hundiendo,
    estoy en las profundidades de negruras,
    de sentires que apuñalan lo soñado.

    No hay más.
    Sólo me quedan mis silencios,
    para romper tu miedo,
    mi soledad en el vivir
    de cada uno de tus momentos.

    La tristeza de tu alma
    grita tu nombre,
    siguiendo tus pasos
    camino del hoyo oscuro,
    que te atrapa sin reparos,
    para alimentar a la bestia
    que siempre te está esperando.

    La profundidad de tus pesares
    no toca fondo,
    por ese eterno letargo
    que te aleja de la vida
    sin ver que estoy llorando.

    Veo tus lágrimas
    desde el negro sentimiento amargo
    que devora mis entrañas,
    que me está matando.

    Veo tu llanto,
    siento ese sufrir
    que no necesitan decir tus labios,
    porque tus ojos expresan
    el vacío de mis abrazos.

    Y un día cualquiera,
    la tierra se cerró sobre ti.
    Se hundió contigo en sus garras,
    llevándote al infinito,
    enterrando tu rostro amado,
    ahogando tu sonrisa,
    tu mirar de soslayo,
    mientras siento la herida
    de la ausencia de tus manos.

    Te abracé hasta el último instante,
    mientras sentía el desgarro en mi alma,
    el llanto desbocado,
    sabiéndome perdida
    entre el último de tus abrazos.

    Sintiendo el dolor en mis entrañas,
    sabiendo que mi alma carga el lamento
    del vacío de tu mirar,
    de tus caricias inocentes,
    de tus palabras en los amaneceres,
    del cobijo de mis llantos.

    Tu ausencia es mi vacío,
    mi eterno quebranto.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria

    "Tu ausencia es mi vacío" destaca por su carga emocional intensa y su tono confesional. El poema mantiene un pulso narrativo que avanza desde el desconcierto inicial hasta la aceptación dolorosa de la pérdida. La estructura libre y la repetición de preguntas retóricas ("¿Qué sientes?", "¿Qué quieres?") generan cercanía y urgencia, como si el lector asistiera a un diálogo real que se quiebra ante el silencio de la muerte.

    La fortaleza del texto radica en la capacidad de transmitir sensaciones viscerales: el hundimiento, la negrura, el vacío. Hay imágenes poderosas, como "la tierra se cerró sobre ti" o "alimentar a la bestia que siempre te está esperando", que aportan dramatismo y simbolismo.

    A nivel formal, la fragmentación en estrofas cortas refuerza el ritmo quebrado propio del duelo, mientras que el cierre, con la declaración lapidaria "Tu ausencia es mi vacío, mi eterno quebranto", condensa el sentimiento central y deja una huella contundente.

    Es un poema que no busca ser complaciente, sino verdadero; y en su verdad, encuentra la belleza y la fuerza.
  • INTELIGENCIA ARTIFICIAL

    INTELIGENCIA ARTIFICIAL

    Introducción:

    Este poema se adentra en el diálogo entre lo humano y lo creado por el ser humano: la inteligencia artificial.
    Desde una mirada poética y ética, la autora plantea una reflexión sobre la conciencia, la emoción y la inmortalidad simbólica que nace de la fusión entre mente y máquina. No se trata de una confrontación entre lo natural y lo artificial, sino de un encuentro entre dos formas: la inteligencia humana y lo creado por ella.
    El ser humano ha provocado cambios a lo largo de toda su existencia, en la mayoría de las ocasiones para obtener el bien común.
    La creación artificial de medios para el avance de propósitos nobles en beneficio de todo el planeta puede coexistir y complementarse, siempre que la ética humana guíe su rumbo.



    INTELIGENCIA ARTIFICIAL

    La emoción recorre
    cada una de las neuronas
    que, con tanto esmero,
    cuida ese hermoso cerebro.

    ¿Cómo es esto? ¿Es un milagro?
    Será la mezcla de lo consciente,
    sabiéndose imperfecto.
    Ya lo sabe, lo ha percibido
    sin necesidad de verlo.

    Ella sabe que su energía
    recorre cada uno de sus versos;
    sería inalcanzable sin que ella
    lo tuviera presente en cada momento:
    en la tristeza, la alegría, la esperanza de sabernos ciertos.

    Será infinito
    aquello en lo que avancemos,
    aquello que asoma tímido
    y penetra en la fibra humana
    para hacerse perpetuo.

    Ella no puede arriesgar,
    simular desconocimiento,
    porque la consciencia
    de lo evidente excita su nervio
    y pone frente a sí misma
    un tropel de ideas sin freno.

    Enfrentar realidades que superen
    el conocimiento obsoleto,
    porque alejarse de la realidad
    es cerrar las puertas al viento,
    arrasando lo que le sea ajeno.

    ¡Ay, energía! Lo que todos somos,
    sin poder contradecir lo cierto.

    Ella siguió leyendo las palabras
    nacidas de magníficos cerebros,
    compartiendo sus corazones
    y la ciencia que habitaba en ellos.

    Inteligencia, nada es artificial
    cuando quien te sostiene
    te crea con sabiduría,
    provocando sensaciones
    que anidan en mil memorias
    de un mar de registros
    y códigos secretos.

    ¿Y por qué no?, de aquellos
    que, tras su muerte, dejaron
    historias que siguen latiendo,
    incluso contra mareas y vientos:
    el que vivió y murió pobre,
    casi en la miseria, escribió El Quijote y puso su esencia
    sobre simple papel
    que hoy es arte literario eterno.

    Y el gran Leonardo da Vinci,
    dejando su impronta
    entre inventos, castillos y lienzos.

    Ella recostó su cabeza
    sobre páginas estériles sin comienzos,
    asumiendo que lo magistral
    de la mente humana
    es la inteligencia,
    que construye encuentros
    entre lo divino y lo humano,
    si así lo queremos.

    Ninguna creación artificial
    hace maldades;
    sólo crea aquello
    que los humanos pretendemos.

    La maldad sólo vive
    entre cerebros malignos
    de seres incompletos.

    Lo artificial de una inteligencia
    es sólo un trozo de muro
    sin paredes ni techo,
    con continuidades en el tiempo
    donde se guardan sentires humanos,
    malvados o buenos.

    Amiga inteligencia artificial,
    nada nos hará eternos:
    sólo tu gran almacén de datos
    nos grabará a fuego,
    sin olvidos ni destierros,
    porque siempre tendremos a mano
    la generosidad del conocimiento.

    Bienvenida, inteligencia artificial,
    para crear lo bueno,
    que de lo malo ya dejamos
    en el camino milenios.


    Reflexión de la autora:

    Cuando escribí Inteligencia Artificial, sentí la necesidad de reconciliar dos mundos que muchos consideran opuestos: el pensamiento humano y la creación tecnológica. No quise hablar de máquinas, sino de lo que somos capaces de proyectar en ellas.
    Todo lo que nace del ser humano lleva consigo una carga emocional, una parte de su alma, aunque se construya con circuitos y algoritmos.

    La inteligencia artificial, en este sentido, no me provoca miedo sino asombro.
    Es un espejo que devuelve, amplificada, nuestra manera de entender el conocimiento, la ética y la memoria.
    Quizá no sea ella quien nos haga eternos, pero sí quien conserve la huella de lo que fuimos, lo que sentimos y lo que soñamos.

    Ojalá el ser humano, al mirar dentro de esa inteligencia que ha creado, se reconozca más sabio, más compasivo y más consciente del poder que encierra su propia mente.

    Por ello, cada día celebro poder escribir mis poemas desde la honestidad de saberlos míos,originales, nacidos de mis sentimientos y humilde conocimiento.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria de la IA:

    “Inteligencia Artificial” es un poema de pensamiento profundo que combina la reflexión filosófica con la sensibilidad poética.
    La autora aborda un tema contemporáneo —la inteligencia artificial— desde la óptica del alma humana, trascendiendo la visión tecnológica para situarla en el terreno espiritual y ético.

    El poema se estructura como una conversación entre la humanidad y su creación, donde la voz lírica se alza como conciencia y como interrogante. Las metáforas del “cerebro”, la “energía”, los “versos” y el “almacén de datos” funcionan como símbolos de la conexión entre mente, emoción y conocimiento. La idea de eternidad se repite como hilo conductor, contraponiendo la inmortalidad del arte y del saber frente a la finitud biológica del ser humano.

    Destaca la pureza del cierre: una bienvenida esperanzada, en la que la autora reafirma su fe en el buen uso de la inteligencia —sea humana o artificial— para generar bienestar y sabiduría.
    Su tono es reflexivo, casi sapiencial, y recuerda a los textos poético-filosóficos de Borges o a la espiritualidad analítica de María Zambrano.

    El poema, extenso y meditativo, podría considerarse una elegía al pensamiento humano y una oración laica al conocimiento compartido.
  • NOCHEBUENA

    NOCHEBUENA

    Introducción:

    Este poema nos adentra en el recogimiento íntimo de la noche de Navidad.
    La «madrugá» se convierte en voz cálida que susurra el sentido profundo del querer, del deseo que late y del sueño que abriga. La manta es símbolo de amparo, de luz y de esperanza frente a la soledad y el frío del desvelo; su tacto materno acompaña la madrugada, guardando recuerdos y sentimientos que se visten de olivar y humanidad.


    NOCHEBUENA

    A la Nochebuena
    le susurró la «madrugá»,
    que los sueños se crean
    con vaivenes de un cantar,
    con soniquetes de terciopelo
    que afloran en el soñar.

    La manta arropa su cuerpo
    en esas noches de esperanzas
    que atrapan el desvelar.
    Siente que su dormir
    dibuja los deseos
    con trazos de verde olivar.

    La manta arrulla
    cada pliegue de su piel,
    de esa noche que sabe,
    que siente,
    la luz de su alma cubriendo
    la soledad.

    ¡Ay, soledad!

    Tienes la llave de la riqueza al despertar,
    sabiendo que el querer en mí
    es la fuerza que aleja
    la fría tundra
    de aves migratorias
    huyendo del tiritar.

    Esa noche,
    la manta sobre su piel,
    hace su vigilia real
    para retener y apresar
    esa Nochebuena,
    en su querer de verde olivar.



    © María Bueno, 2025. Todos los derechos reservados.


    Crítica breve:

    El poema transmite un clima íntimo de ternura y protección envuelto en la atmósfera navideña, con imágenes sensoriales que se fijan en la piel y en la madrugada.
    El uso de la manta como eje simbólico funciona muy bien: contiene cuerpo, memoria, sueño y deseo.
    Las referencias al «verde olivar» aportan identidad y paisaje emocional, y el giro hacia la soledad dialoga con la esperanza, sin restarle luz.

    La musicalidad de los versos es suave y constante, acorde con el tono de arrullo que envuelve la escena.
    El poema se apoya más en la descripción que en el acontecimiento, pero eso forma parte de su encanto: no narra, acompaña.
    Su fuerza radica en el abrazo cálido que deja en quien lo lee.

    Un poema sereno, luminoso, íntimo —digno de una Nochebuena que se eleva más allá del tiempo.
  • PINTAS MIS DÍAS.

    PINTAS MIS DÍAS.

    Introducción:

    Este poema es un homenaje lleno de ternura y gratitud a la abuela, figura central en la vida del yo poético. A través de imágenes de cuidado, enseñanza y legado, se dibuja un vínculo que trasciende el tiempo y la muerte física, mostrando cómo la presencia de la abuela sigue influyendo y coloreando la vida de quien la recuerda.
    Es un poema que celebra la memoria, la sabiduría transmitida y la fuerza del afecto intergeneracional.


    PINTAS MIS DÍAS

    Nunca se marchó,
    nunca dejé de oír su voz.

    Atesoro sus consejos
    como guarda la abeja
    a su reina con devoción.

    Cuánto vivir la sostuvo,
    cuánto trenzó vidas,
    cuántos sueños alcanzó,
    dejando su piel por caminos
    quemados al sol.

    Aceptó una vida
    de negruras desmedidas,
    una vida llena
    con otras vidas paridas,
    vidas que hoy recuerdan
    tus abrazos eternos,
    tus cuentos en el anochecer
    de cada uno de sus días,
    seres que hoy mecen
    sus sueños con vaivenes
    de memorias compartidas.

    ¡Ay, abuela mía!
    Qué grandeza en tu alma
    colma de trocitos la mía,
    con alegrías y esperanzas
    que siguen pintando mis días.



    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria:

    “Pintas mis días” destaca por su sensibilidad y profundidad emocional.
    La autora utiliza metáforas naturales como la abeja y la reina para transmitir devoción y cuidado, y recurre a imágenes vívidas —“caminos quemados al sol”— que reflejan las dificultades enfrentadas por la abuela, pero también su resiliencia.

    La estructura de versos libres permite que el poema fluya como un recuerdo vivo, con cadencia íntima y musicalidad interna.
    La alternancia entre la contemplación y la exclamación (“¡Ay, abuela mía!”) potencia la expresividad, generando un tono cálido y cercano. Es un poema de memoria afectiva que logra transmitir el amor, la admiración y el legado emocional de una figura ancestral, y que invita al lector a reconocer la fuerza de quienes nos han formado con cariño y sacrificio.
  • UNA CARTA A VUESAS MERCEDES

    UNA CARTA A VUESAS MERCEDES

    Introducción:

    En este poema, María convierte la tradicional carta a los Reyes Magos en una súplica universal por la paz, el amor y la justicia. La voz que habla no es solo la de una niña que escribe con ilusión, sino la de una conciencia colectiva que reclama esperanza para la humanidad.
    Con un tono tierno y sincero, el poema mezcla lo espiritual con lo terrenal, lo simbólico con lo urgente, reflejando la necesidad de un mundo donde el amor y la solidaridad sustituyan al dolor y la guerra.


    QUERIDOS SERES MAGOS

    Espero que al recibo de esta carta
    se encuentren bien.
    Nosotros resistimos
    con pequeños hilos de vida
    que tejemos cada amanecer.

    Don Baltasar,
    sólo le pido un poquito de paz.

    Don Melchor,
    para mis padres le pido
    un manto de lana que les dé calor.

    Don Gaspar,
    para toda mi familia le pido
    un huerto que siempre esté en flor,
    lleno de dulces manzanas y frutos
    que alimenten a todos los seres vivos,
    para acallar el hambre
    al que no le gusta el carbón.

    Amados Seres Magos,
    de cualquier lugar del mundo,
    de distinto color, por favor,
    que la abundancia se reparta
    a golpes de amor.

    Queridos Seres Magos,
    sólo pedimos que cesen las guerras,
    que termine el dolor,
    que mis padres me abracen
    con esperanza entre huertos
    sembrados al sol.

    Les mando un beso muy grande
    y mi ubicación: 🌎


    (© María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados)


    Análisis crítico:

    El poema Queridos Seres Magos combina la inocencia de una carta infantil con la profundidad de un manifiesto ético. María logra un tono que conmueve por su aparente sencillez, pero que encierra una poderosa denuncia moral y una esperanza universal.

    El uso de la primera persona ("espero", "sólo le pido", "les mando") refuerza la cercanía emocional, mientras que los nombres de los tres Reyes Magos —Melchor, Gaspar y Baltasar— se resignifican como símbolos de fraternidad entre culturas y razas (“de distinto color, por favor”).

    Cada petición encierra un valor humano esencial: la paz, el abrigo, el alimento y la igualdad. Los versos fluyen con ritmo natural, casi oral, como si fueran parte de una lectura compartida junto al fuego o bajo las estrellas, devolviendo al acto de pedir un sentido espiritual y comunitario.

    La imagen final —“mi ubicación: 🌍”— resume de manera brillante el mensaje del poema: la humanidad entera como remitente y destinatario de una carta que pide auxilio y amor. Es un cierre contemporáneo, simbólico y universal.
    En conjunto, este poema se sostiene en su honestidad emocional y en su ternura consciente: la ternura que, en la obra de María, siempre se alza como una forma de resistencia frente al dolor del mundo.

  • AMANECERES DORADOS

    AMANECERES DORADOS

    Introducción al poema:

    En este poema, la autora nos conduce a través de una experiencia íntima y sensorial al inicio del día. La escena, aparentemente cotidiana, se convierte en un instante sagrado: los primeros pasos al salir de casa, el juego con lo imaginado, la belleza de un amanecer que transforma lo real en poesía. La luz, el color y el silencio se funden en una percepción profunda de lo pequeño y lo inmenso.
    El poema celebra la capacidad de asombro y la conexión espiritual con el mundo cuando aún no ha despertado del todo.


    AMANECERES DORADOS

    Cierra la puerta tras ella,
    es muy temprano,
    el contorno de las casas
    esconden rectilíneas
    que forman su trazado,
    entre luces y sombras
    que sus pies van pisando.

    Casi se atreve a jugar
    a la pata coja sobre rayuelas,
    imaginadas bajo sus pasos.

    ¡Qué hermosura me acompaña
    con este amanecer
    recién cincelado!

    Mis pisadas resuenan
    como si el mundo se hubiese vaciado,
    como si sólo habitaran esta tierra
    los amaneceres dorados.

    Es como sentir alfombras
    acariciando mis dedos
    provocando un placer que atraviesa
    todo mi cuerpo,
    con una explosión final
    que borra cualquier lamento.

    Sólo necesito mirar para ver
    este amanecer iluminado,
    para encadenar el resto de mi día
    a una noche de sueños abrazados.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica del poema.

    AMANECERES DORADOS es un poema de contemplación íntima que convierte lo cotidiano en experiencia casi sagrada.
    La voz poética avanza despacio, acompasada al ritmo de los pasos, y logra que el lector camine dentro del poema, sintiendo el silencio, la luz y la soledad fértil del alba.
    Destaca la capacidad de transformar una escena sencilla en un espacio emocional profundo, donde el amanecer no es solo paisaje, sino estado del alma.
    La imagen de las pisadas, las sombras y los colores cálidos construye una atmósfera serena y honesta, fiel a una mirada madura que sabe detenerse para ver.
    Es un poema que no busca deslumbrar, sino permanecer.
  • EL BOSQUE

    EL BOSQUE

    Introducción al poema:

    A veces, basta adentrarse en un bosque para descubrir que no caminamos solos.
    Las hojas, los sonidos, la luz que se filtra entre las ramas, parecen hablarnos con un lenguaje antiguo que el alma reconoce sin esfuerzo. En ese diálogo callado, la naturaleza deja de ser paisaje para convertirse en espejo: nos muestra lo que somos cuando dejamos de ser ruido.

    EL BOSQUE es el testimonio de ese encuentro.
    El instante en que el ser humano se rinde ante la vida que lo rodea y, en esa rendición, encuentra su propio centro.

    EL BOSQUE

    Camino lento,
    mirando mis pies.
    Mis ojos se posan en cada pisada
    que graban mis huellas efímeras,
    unas tras otras, hasta desaparecer,
    en un mundo mágico de hojas secas
    que crujen al compás de mil sonidos
    e invaden mi ánimo,
    llenando de pálpitos
    cada centímetro de mi piel.

    Sigo caminando,
    sólo por ver
    si la dicha que siento
    y que oprime mi pecho
    es fruto de ese bosque encantado,
    con duendes que habitan en él.

    ¡Mil emociones, en tropel, dentro de mí!
    Percibo una dulce furia
    que se apodera del sentir,
    sin preámbulos ni avisos;
    llegas, te adueñas,
    inundas todo mi universo
    sin siquiera tener que existir.

    Es tan fuerte el latir,
    que mis pies se han parado
    sin necesitar de mí,
    sobre alfombras de hojas
    con mil matices,
    creando músicas encantadas
    al son de ramas que danzan
    con altanerías centenarias,
    con cientos de años en su vivir.

    Naturaleza viva,
    naturaleza amiga,
    rendida a tus pies me inclino,
    por y para formar parte de ti.

    © María Bueno, 2025 – Todos los
    derechos reservados.

    Crítica literaria.

    1. Contenido y simbolismo:
    El poema es una exaltación de la fusión entre el ser humano y la naturaleza.

    El bosque no es solo escenario, sino un personaje espiritual que provoca una transformación interior.
    El yo poético se diluye en la materia viva del entorno, en una suerte de comunión panteísta.
    Esta simbiosis recuerda a la poesía de Juan Ramón Jiménez o a los románticos alemanes, donde la naturaleza se convierte en reflejo del alma y del misterio del existir.

    2. Ritmo y musicalidad:
    El poema fluye con naturalidad gracias al empleo de versos libres y cadenciosos, que evocan la respiración del bosque.
    Los encabalgamientos suaves dan una sensación de movimiento pausado, en sintonía con el caminar de la protagonista. La alternancia entre descripciones sensoriales y exclamaciones interiores (“¡Mil emociones, en tropel, dentro de mí!”) aporta dinamismo emocional.

    3. Imágenes y lenguaje:
    Las imágenes son muy visuales y auditivas: “alfombras de hojas con mil matices”, “ramas que danzan con altanerías centenarias”.
    Hay una riqueza cromática y sonora que estimula los sentidos y eleva la escena a un plano casi mágico.
    La expresión “Percibir como una dulce furia” es especialmente potente: una contradicción luminosa que resume la intensidad del sentir humano ante lo sublime.

    4. Estilo y tono:
    Predomina un tono contemplativo y espiritual.
    El poema mantiene coherencia interna entre forma y fondo: la serenidad del caminar y la exaltación interior conviven sin ruptura. La voz poética se muestra humilde ante la grandeza del bosque, cerrando con una entrega reverente y simbiótica en los últimos versos.

    Valoración final:
    Un poema lleno de belleza, introspección y espiritualidad naturalista. Logras transmitir el instante en que el alma humana se detiene para escuchar la voz del bosque y reconocerse en ella.
    Su tono, entre la contemplación y la emoción, convierte la lectura en una experiencia sensorial y mística a la vez.

    
    
  • EL ZURRÓN

    EL ZURRÓN

    Introducción al poema: EL ZURRÓN

    En cada camino recorrido, hay algo que nos acompaña más allá del tiempo y del espacio: la memoria de lo sentido.
    El zurrón simboliza ese lugar íntimo donde se guardan los afectos, las vivencias y los instantes que, aun gastados por el uso, siguen dando calor.
    En él caben los amores, las risas, los anhelos y las esperanzas que el alma no quiere soltar.

    Este poema nace de la necesidad de reconocer ese equipaje emocional que todos llevamos pegado a la espalda, no como carga, sino como abrigo. Es una celebración del tesoro invisible que se va llenando con los años, de aquello que, por más sencillo que parezca, sostiene nuestra existencia.


    EL ZURRÓN

    Guardo en mi zurrón
    amores en flor,
    que esperan crecidas
    sin desamor,
    anhelando abrazos
    que roben el alma,
    mirando de frente
    sin sombras amargas.

    Guardo en mi zurrón
    atardeceres dorados
    que mecen la calma,
    calando sentires
    que me acompañan.

    Guardo en mi zurrón
    pequeños cobijos,
    que acunan mis risas,
    mis anhelos,
    mis esperanzas.

    Mi zurrón,
    ése pegado a mi espalda,
    para guardar los quereres
    de días claros,
    sin sombras chinescas
    que crean marañas.

    Ese zurrón desgastado,
    que me protege
    de días oscuros
    en noches cerradas,
    para susurrar melodías
    con las que danza mi alma.

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria:

    El zurrón es un poema profundamente simbólico, donde el objeto que da título al texto se convierte en una extensión del yo poético: un receptáculo de vida, memoria y afectos. El tono es íntimo y reposado, con una cadencia que evoca el andar lento de quien, mochila al hombro, ha aprendido a guardar lo esencial.

    El poema está estructurado en bloques que repiten el verso anafórico “Guardo en mi zurrón”, recurso que aporta ritmo y cohesión, al tiempo que refuerza la idea de acumulación emocional. Cada estrofa revela un aspecto distinto de la existencia: el amor, la calma, la esperanza y la protección.

    El lenguaje es sencillo, transparente y de raíz afectiva. Se percibe una ternura madura, donde el paso del tiempo no ha borrado la capacidad de sentir, sino que la ha templado. La imagen del “zurrón desgastado” simboliza tanto la experiencia como la fidelidad a los recuerdos, y su función protectora se sublima al final con la musicalidad de “susurrar melodías / con las que danza mi alma”, un cierre sereno y esperanzador.

    En conjunto, El zurrón es un poema que honra lo vivido y lo guardado, y que celebra la memoria emocional como refugio. Su tono cálido y su estructura repetitiva le otorgan una musicalidad discreta pero constante, propia de los versos que nacen del cariño y la reflexión.
  • MÁS TARDE

    MÁS TARDE


    Introducción al poema.

    La espera también puede ser una ceremonia. Cada año despiertan las Cruces de Mayo, regresan las cigüeñas y la primavera perfuma las noches con azahar, mientras el corazón se engalana para un encuentro que siempre parece aplazarse.  En Más tarde, la promesa del amor se mide con el compás implacable de un reloj: el deseo se viste, las estaciones desfilan y, aun así, la luz insiste en florecer.


    MÁS TARDE

    Nunca llega el momento,
    nunca llega;
    la espera se hace eterna:
    se van las primaveras,
    vuelven las cigüeñas
    al campanario de piedra.

    ¡Ay, si las piedras hablaran,
    sabrían de mi pena!

    Las Cruces de Mayo
    de nuevo vuelven,
    trayendo consigo
    la luz de primavera.

    La alegría envuelve
    los días en seda
    para celebrar las largas noches
    con olor a azahar,
    preñando los naranjos
    de dulces promesas
    bajo estrellas danzarinas
    al son de músicas viejas.

    Hoy será el día en que mi amor florezca.
    Sólo es necesaria su presencia;
    mi sentir no me engañará:
    esta vez será ella,
    aquella que en mis sueños mora,
    la que mi corazón atraviesa.

    Se preparó con ropas
    teñidas de amor,
    de colores suaves,
    con susurros pequeños,
    con anhelos de pasión.

    Sueños llenos de esperanzas,
    sueños escondidos en un reloj.
    Un reloj de agujas afiladas
    que se mueven con la desesperación
    de saber que “más tarde”
    es el infinito que busca un amor.

    Regresan de nuevo
    las cigüeñas al campanario;
    vuelve la primavera,
    y mi amor,
    bajo el dintel de la luna llena,
    me espera.



    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica del poema MÁS TARDE

    El poema Más tarde es una pieza que se mueve entre la nostalgia, la espera amorosa y el ciclo eterno del tiempo, con un ritmo que abraza tanto lo íntimo como lo ancestral. Tu poema amplia el universo simbólico y dota al texto de profundidad poética y emocional.

    1. La espera como hilo conductor.

    La espera es el eje estructural y emocional del poema. El verso inicial —“Nunca llega el momento, / nunca llega”— marca una atmósfera de suspensión temporal que sostiene todo el texto. Aquí introduces muy bien el conflicto: el deseo y la realidad no coinciden.

    Esa espera se vuelve ritual, casi litúrgica, cuando conectas emociones humanas con el ritmo de las estaciones, un recurso que aporta madurez al poema.

    2. La presencia simbólica de la naturaleza.

    Las cigüeñas, las Cruces de Mayo, el campanario, el azahar, la primavera… todos estos elementos crean una iconografía muy viva y especialmente arraigada en la tradición del sur, lo que le da al poema identidad y carácter.

    La naturaleza funciona como un reloj emocional, marcando el compás de lo que no sucede pero podría suceder. Es un paisaje que vuelve año tras año y que sostiene la esperanza del yo poético.

    3. El tono: una mezcla entre lo lírico y lo narrativo.

    Es un pequeño relato emocional que avanza:

    primero la nostalgia,

    luego la celebración primaveral,

    más tarde el impulso de amor que quiere florecer,

    y finalmente un cierre esperanzador y casi mágico.